sus intestinos en la cara.
Xue Xian, estaba tan enojado que se quedó aturdido por un largo tiempo, pero pareció escuchar algo agitándose debajo de la piel y los huesos del burro calvo. El sonido de Dang… parecía estar lejos y cerca, y el impacto lo dejó completamente sin aliento. Así que esa criatura malvada se quedó esperando por un largo tiempo…
Cuando reaccionó y abrió los ojos de nuevo, lentamente sacó la cabeza por la boca de la bolsa y se dio cuenta de que ya no estaban en la residencia del gobernador.
Xue Xian miró a su alrededor y vio que estaba en lo que parecía ser una habitación con una cama perfectamente arreglada, de color amarillo brillante. Había una sutil fragancia de madera flotando en el ambiente y un olor a medicina casi imperceptible. Xuan Min estaba parado enfrente de una mesa redonda de madera, sobre la mesa estaba el muñeco de papel Jiang Shining inconsciente, la piedra de molino que habían desenterrado en la residencia del gobernador, una bolsa de tela delgada y una vasija de cobre llena de agua limpia. También había un juego de té de porcelana verde con tres palabras grabadas en el asa de la jarra, regreso, nube y hogar [1].
A simple vista, esta era la habitación de una posada.
Posada Regreso a las Nubes, posada Guiyun…
Xue Xian había pasado un poco de tiempo en el mercado y había visto las casas de los eruditos a donde los aprendices adoraban asistir, el edificio Guangyuan al que los empresarios asistían alegremente y los conocidos burdeles y casas de apuestas. La mayoría de esos lugares tenían nombres auspiciosos, pero una posada con el nombre Guiyun que sonaba como deseo que regreses al cielo, probablemente sólo las personas a las que les habían picoteado el cerebro las gallinas vivirían en un lugar así.
Obviamente, el burro calvo era alguien a quien le habían picoteado el cerebro.
Xue Xian vio a Min Xuan lavándose las manos cuidadosamente en la vasija de cobre y tenía que decir que los dedos de ese burro calvo eran realmente hermosos, delgados y blancos, con los músculos evidentes y los huesos definidos. Este burro calvo parecía haber nacido sin la idea de lo que era sentirse ansioso, no hacía nada apresurado ni demasiado lento. Incluso lavarse las manos, parecía ser una acción hecha con un sentido de tranquilidad y solemnidad, como si estuviera leyendo unas escrituras budistas.
Al respecto de esto, Xue Xian también concordó. “Te lavas las manos como si pareciera que fueras a ser enterrado.”
Xuan Min lo miró y dijo. “De hecho es un funeral.”
Xue Xian. “¿De quién?”
Xuan Min habló quedamente. “De Xu.”
Xue Xian. “¿De Xu?”
Un leve suspiro se escuchó desde la piedra de molino. “Gracias por su esfuerzo Maestro.”
Quien más iba a ser si no la anciana Liú.
Xue Xian levantó el rostro sin expresión. “Yo… ¡Cof! ¿Cuánto tiempo he estado dormido? ¿Incluso le preguntaste a la anciana su nombre?”
Había querido decir cuánto tiempo estuve desmayado, pero realmente perdía todo el estilo decir que había quedado inconsciente por el enojo. Por la dignidad de ser un dragón, temporalmente cambió las palabras a dormido.
Xuan Min se sacudió el agua de las manos, levantó la toalla blanca que tenía al lado, se limpió las manos con cuidado y luego le respondió. “Estuviste inconsciente por cinco horas, ya es de noche.”
Xue Xian. “…” ‘¿Cómo es posible que una persona tan insensible que insiste en pinchar las heridas dolorosas de otros no ha sido aventado a un foso?’
Estaba muy enojado, por lo que cerró la boca por un momento y no quería seguir hablando con ese burro calvo. ¡No era alguien con quien se pudiera hablar!
A Xuan Min no le importaba su actitud, en cambio, dejó la toalla, abrió la bolsa de tela delgada y sacó una pequeña pila de papel amarillo y un pincel de adentro.
Un pequeño plato con tinta molida estaba colocado al lado de la vasija de cobre, Xuan Min estiró un pedazo de papel amarillo, remojó el pincel en la tinta y escribió unas cuantas palabras en el papel…
Liú Xu.
Veintitrés de julio del año Bingyin.
Xuan Min sacó un pedazo de incienso de la bolsa, dobló en tres el pedazo de papel con el nombre de la señora Liú, encendió el incienso con una vela y lo puso sobre la piedra de molino. El delgado pedazo de papel se quemó sorprendentemente lento y la superficie de la piedra de molino se puso rápidamente negra, como si estuviera cubierta por una capa de ceniza.
Lentamente volteó el incienso en su mano, para que el otro extremo se quemara con el fuego del papel amarillo.
“¿Estas tratando de hacer el ritual para salvar el alma?” Xue Xian se había estado aguantando por un tiempo, pero ya no pudo contenerse más y habló.
Sólo había visto el método ordinario para trascender, comúnmente conocido como los Siete Budas… Dónde un grupo de burros calvos había sido invitado a sentarse en un círculo, el salón entero iluminado por el brillo de sus frentes. Tomaban turnos en parejas, recitando el Sutra de la Vida al ataúd todo el día y la noche, cantando por siete días y siete noches. Xue Xian a veces seguía a las personas equivocadas y había terminado entrando por accidente en la residencia donde se estaba practicando el funeral. En desesperación, tuvo que escuchar al grupo de burros calvos zumbando en sus oídos por siete días. Llegó hasta el punto en que sentía que su cabeza estaba a punto de estallar y no podía esperar a ahorcarse del ataúd.
A partir de ese momento, sentía que le dolía el cerebro cada vez que veía a un monje.
Tenía miedo de que Xuan Min se pasara siete días y siete noches zumbando. Si ese era el caso, prefería saltar desde el techo desde ahora y terminar con su sufrimiento.
Xuan Min agitó el incienso en su mano, una espiral de humo verde se envolvió alrededor de la piedra de molino, exudando un ligero aroma a sándalo. “Manos limpias, papel doblado, incienso quemándose y cantos, envíen a los muertos a la vida.”
¡Realmente iba a recitar los Sutras!
Xue Xian se salió de la bolsa sin decir una sola palabra.
Xuan Min lo miró. “¿Qué vas a hacer?”
Xue Xian. “Ya no quiero vivir, me voy a aventar del techo.”
Xuan Min. “…”
Naturalmente, Xue Xian no podía ni subir las escaleras. Lo único que logró fue caerse de la cintura de Xuan Min y aterrizó sobre la mesa de madera. Simplemente se arrastró por la mesa, planeando por donde podría bajar hasta el suelo, pero en ese momento fue agarrado por Xuan Min y puesto de vuelta en la mesa.
Este burro calvo era pobre y delicado, no lucía para nada como un monje serio. Esto se podía determinar por sus conductas inusuales y el cuarto de posada sencillo en el que vivía.
En este momento, no sabía que enfermedad padecía y estaba un poco incómodo con las pequeñas muestras de dobleces en su cuerpo de papel. Sin ninguna ceremonia, aplanó a Xue Xian con los dedos, luego levantó un pesado pisapapeles de piedra y aplastó a Xue Xian en el centro de su cuerpo.
El pisapapeles era del tamaño de media palma de la mano y él era una tira delgada de papel. Sólo se veía la cabeza y las dos delgadas piernas del muñeco de papel, también a penas se podían ver dos garras a la derecha y a la izquierda del pisapapeles.
Xue Xian forcejeó dos veces, pero a excepción de las puntas de sus garras que estaban levantadas, el resto del cuerpo permaneció inmóvil.
Xue Xian. “…” ‘¡Maldito!’
Xuan Min dejó de ponerle atención y se concentró en quemar el incienso.
Cuando el incienso comenzó a quemar desde la punta, Xuan Min recitó una escritura en voz baja, pero ya no hizo ningún ruido. Esto era probablemente lo que llamaban cantar, que era bastante diferente a lo que Xue Xian había imaginado.
El papel amarillo y el incienso se quemaron eventualmente casi al mismo tiempo y, cuando la última chispa escarlata se apagó rápidamente, Xuan Min le dio un golpecito con el dedo a la piedra de molino que había tenido atrapada a la señora Liú por más de tres años.
Después de que se escucharon varios clics uno tras otro, la piedra de molino que parecía densa e indestructible, se rompió en varios pedazos.
Al mismo tiempo, la voz débil de la señora Liú sonó de nuevo. “El cuerpo viejo se siente aliviado, seguiré mi camino, muchas gracias.”
Cuando sonó la voz, Xue Xian abrió los ojos y vio el destello de un fantasma en la piedra de molino, junto con el incienso y la ceniza del papel amarillo sobre la piedra, los tres desaparecieron completamente.
Sin embargo, en el momento en que la piedra se cuarteó y la señora Liú desapareció, de pronto dos sonidos débiles se escucharon en el cuarto. Sonaban como tintineos, como si las campanas de una carreta estuvieran amarradas a algo. Provenían de la calle, fragmentados y remotos.
Luego, algo rodó sobre la mesa desde el centro de la piedra quebrada.
Tin, tin… tan, tan… sonó dos veces sucesivamente.
Xue Xian sintió que algo estaba rodando a lo largo de la mesa, pero antes de que pudiera levantar la cabeza, pasó por detrás de su cabeza. “¡¿Qué es esto?! Ni siquiera tiene ojos para fijarse por donde pasa, ¡rómpelo!”
Xuan Min estiró su mano, el objeto redondo rodó afuera de la mesa y coincidentemente aterrizó en su palma.
Miró el objeto que estaba en la punta de sus dedos y habló con indiferencia. “Una pepita de oro del tamaño del ojo de una oveja.”
Xue Xian se quedó pasmado. “¿Del tamaño del ojo de una oveja? ¿Una pepita de oro?”
¡De verdad! ¡Acababa de escuchar que la pepita de oro formada por su cuerpo original de dragón había sido refinada por un brujo cualquiera! Pero en realidad, este brujo ruda y simplemente la incrustó en la piedra de molino.
Sin embargo, él estaba realmente emocionado, cuando de pronto escuchó a Xuan Min decir. “Bien, cómo esta cosa no tiene ojos, la voy a romper.”
“¡No! ¡Espera!” Si no fuera por el pisapapeles, Xue Xian ya se habría ido al cielo. “Si te atreves a romperla, ¡yo te romperé a ti!”
Xuan Min le contestó con indiferencia. “¿Ahora tiene ojos?”
La voz de Xue Xian sonó enojada. “Ojos enormes.”
Xuan Min. “¿No la rompo?”
Xue Xian. “No la rompas, ¡¿quién se atreve a romper mis cosas?!”
“¿Tus cosas?” Xuan Min le contestó con tranquilidad. “¿Cómo puedes probarlo?”
Xue Xian tomó la oportunidad para convencerlo. “De acuerdo, quita el pisapapeles y te lo demostraré.”
Xuan Min lo miró y dijo cuatro palabras. “Con hablarlo es suficiente.”
“…”
Xue Xian quería escupirle sus intestinos en la cara.
Sin embargo, esta pepita de oro era realmente importante, sostenida por las manos del burro calvo, lo hacía sentir un poco controlado por otros y se sentía un poco reacio a ser honesto.
Su voz sonó monótona y dijo humildemente. “Pon la pepita a contraluz de la vela y verás…”
Se podía ver borrosamente un dragón enroscado en su interior, pero la cabeza y las garras del dragón estaban escondidas por lo que no se podía discernir claramente.
Pero Xue Xian no dijo eso, se mordió la punta de la lengua y gruñó. “Puedes ver unos patrones curvados en el interior, ¿alguna vez habías visto otra pepita de oro que dejara pasar la luz?”
Después de escuchar las palabras, Xuan Min puso la pepita de oro cerca de la vela.
Ciertamente, la pepita redonda que originalmente lucía como oro ordinario, se volvió ligeramente transparente y se podía ver vagamente una delgada línea adentro.
Xuan Min dijo. “Una serpiente.”
Xue Xian. “…” ‘¡Tu abuela es la serpiente!’
Lo soportó por un momento y murmuró haciendo una mueca. “Con eso debe bastarte, ¿puedes quitar tu andrajoso pisapapeles? ¡Y devuélveme mi pepita!”
Xuan Min no era una persona irracional tampoco, viendo que esa criatura malvada se había justificado y tenía razón, levantó la mano y quitó el pisapapeles.
Xue Xian se sentó y agitó la cabeza mientras se agarraba del mantel de la mesa para dispersar el mareo después de ser aplastado por la montaña de piedra. Sacudió su cabeza de papel y luego extendió sus dos manos hacía Xuan Min, hablando con un poco de rudeza. “¿Dónde está mi pepita? ¡Dámela!”
Xuan Min apuntó el dedo al centro de la mesa y le dijo. “Primero tú…”
“Deja de decir tonterías, dámela rápido.” Xie Xian lo interrumpió con impaciencia.
Xuan Min cerró la boca, lo miró en silencio por un momento y luego puso la pepita de oro en sus dos patas.
¡Maldición!
El peso de una pepita de oro no era ligero, ¿cómo podría un pedazo de papel sostenerlo?
Xue Xian sólo sintió que sus garras caían violentamente y sus ojos se pusieron obscuros, se golpeó contra la mesa y fue arrastrado por la desafortunada pepita hasta golpear directamente el suelo.
“…”
Este día simplemente era una pesadilla.
Cuando Xuan Min levantó a esa criatura malvada del suelo, sus dos garras seguían aferradas a la pepita de oro y no la soltó, como si fuera un avaro miserable.
“Por eso te estaba pidiendo que te movieras un poco más al centro.” Xuan Min lo puso de regresó en el centro de la mesa y bajó la mirada para verlo. “¿Vas a seguir interrumpiéndome?”
Xue Xian le dijo. “¡Pfff! ¡Puedes controlarte!” Sin embargo, la caída había sido seria y, por miedo a que el burro calvo estuviera molesto y le confiscara la pepita, murmuró de mala gana. “De acuerdo, la próxima vez te dejaré terminar de hablar a regaña dientes.”
Abrazó la pelota de oro y rodó sobre la mesa dos veces hasta que golpeó algo haciendo un sonido de ding… y en ese momento recordó que se había caído más de una cosa de la piedra de molino.
Xue Xian se recostó sobre la pepita de oro y miró atentamente, vio que acababa de golpear un disco de plata del tamaño de un albaricoque con una delgada abertura en el centro del disco, que producía un sonido fino cuando se tocaba.
“¿Qué es esto?” Después de que Xue Xian preguntó, rodó a un lado.
Aún visto de lejos, era una cosa que nunca había visto antes.
“Esa es una campana médica.” La voz de Jiang Shining se escuchó de pronto.
Xue Xian, que estaba aferrado fuertemente a la pepita de oro, se movía de un lado a otro y rodó con la pepita hasta la orilla del pisapapeles, se detuvo y dijo. “¿Finalmente despertaste?”
“Llevo un tiempo despierto, pero no podía hablar.” Jiang Shining dijo. “Ahora, es cerca de la media noche y de pronto puedo hablar de nuevo.”
Su voz sonaba extremadamente gentil, comparada con las veces anteriores, ahora tenía más vitalidad inexplicablemente y ya no lucía exánime, sólo como si… de pronto se había aferrado a algún pensamiento y estaba un poco relajado.
En cuanto se escuchó su voz, él cayó de la mesa a la silla, luego de la silla al suelo y regresó a su apariencia de erudito.
Se estiró y agarró la campana médica, la talló con los dedos y dijo. “Esta es mi campana médica.”
Xue Xian se quedó sorprendido por un momento. “¿De tu familia?”
“Sí.” Jiang Shining asintió y le mostró a Xue Xian el costado de la campana, ahí vio grabado el nombre… Jiang Yong.
“Esto le perteneció a mi bisabuelo.” Le explicó. “Mi bisabuelo era un médico de campana, caminaba las calles y callejones todos los días buscando ayudar a otros. En ese momento, el médico de campana colgaba la campana médica de plata en su caja de medicinas para indicarle a la gente donde encontrarlo. Siempre que sonaba, las personas enfermas y convalecientes lo buscaban para que las atendiera. Esta campana fue utilizada por mi bisabuelo. Ahora, cada vez hay menos doctores de campana caminando por las calles, la mayoría de los médicos tienen una dirección fija. Mi familia Jiang ha practicado medicina por generaciones y, para que no olvidara mi cometido, heredé esta campana de mis ancestros a manos de mis padres.”
“¿De tus padres?” Xuan Min frunció las cejas, estiró su mano y le pidió a Jiang Shining permiso para inspeccionar la campana de plata, la tocó con sus dedos por un rato, escuchando el sonido que emitía y dijo. “¿Aún tienes parientes consanguíneos?”
“Sí, mi hermana mayor se casó, se fue a vivir a Anqing y pudo evitar el desastre.” Jiang Shining le respondió.
“El alma de tu padre y de tu madre está atrapada en esta campana médica, a diferencia de la señora Xu que era controlada por la piedra de molino. Por ahora, no puedo ayudarlos a trascender, se necesitan tres gotas de sangre Laogong [2] de tu linaje.” Xuan Min dijo.
“¿Sangre Laogong?” Jiang Shining había nacido como un médico e inmediatamente entendió las palabras de Xuan Min. “¿Estás hablando de sangre obtenida del punto Laogong de acupuntura?”
Xuan Min asintió.
Le devolvió la campana médica a Jiang Shining y miró la bolsa de tela que estaba a un lado.
Xue Xian siguió su mirada y vio otra vara larga de incienso dentro de la bolsa.
Le apuntó y preguntó. “Burro calvo, sólo utilizaste un incienso para ayudar a la señora Liú a trascender, ¿qué más planeas hacer con el otro?”
Xuan Min le contestó con franqueza. “Salvar a este erudito.”
Antes de que Jiang Shining tuviera tiempo de reaccionar, Xue Xian ya había levantado la cabeza. “¡¿Qué?! Tú…”
No había terminado de hablar cuando vio que Xuan Min se apoyaba de pronto en la mesa, frunció las cejas profundamente y sus ojos se cerraron ligeramente, como si de pronto hubiera sentido una incomodidad.
Xue Xian se quedó sorprendido por un momento, luego cerró la boca y lo miró. “¿Burro calvo?”
Le gritó dos veces tentativamente y se dio cuenta de que Xuan Min no había abierto la boca para responderle, en cambio se sentó en la silla y cerró los ojos, como si estuviera meditando. El lunar en su cuello de pronto se hinchó, con varias marcas rojas delgadas, lo que hacía que a simple vista pareciera que era una araña volteada.
Pero Xue Xian no le prestó atención a esos detalles, se quedó mirando a Xuan Min por un rato y, después de confirmar que no se iba a morir o reaccionar, silenciosamente le hizo señas con la mano a Jiang Shining.
Después del tiempo de una taza de té, en el camino desde la posada Guiyun hacia las afueras del Distrito Ningyang, un enfermizo erudito que parecía demasiado débil, se apresuraba por el camino. Sentado en su hombro iba un hombre de papel que aún sostenía una pepita de oro en sus brazos como si fuera su mayor fortuna.
Eran Jiang Shining y Xue Xian.
[1] Nota del traductor: 归云居, la traducción sería posada regreso a las nubes, pero en este caso se escriben sólo las tres palabras escritas en el asa.
[2] Nota del traductor: Laogong se refiere a un punto en acupuntura, es el octavo de los nueve puntos pertenecientes al Meridiano de Pericardio. También se le conoce como Palacio del trabajo. Se localiza en el centro de la palma.
https://saludymedicinachina.com/pc8-laogong/
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