EXTRA Nísperos

 


 

*Los sucesos entre los capítulos 100 y 101.*

 

Este año, el calor de la primavera había llegado mucho antes de lo esperado y las lluvias también eran más abundantes que en los años previos. Todos los días, el cielo se vaciaba hacia la tierra, incluso tres veces al día, sin nada que lo detuviera.

En la ciudad, las avenidas empedradas se secaban rápidamente, por lo que no causaban muchos problemas, pero no sucedía igual en las montañas. Los lugares donde el agua se anegaba quedaban completamente convertidos en lodazales y, en algunos puntos, se convertían simplemente en pantanos, un paso en falso podía dejarte cubierto de lodo hasta la cabeza. Las personas dispuestas a subir la montaña en días como estos probablemente estaban locas.

Por ejemplo, un par de personas en la Montaña Songjiang.

“Es la última vez” Luz Similar estaba parado al lado de la puerta del salón principal del Templo Daze, mirando atentamente a Xuan Min que estaba limpiando las ropas de Xue Xian con un talismán y palmeándolas. “No vengan mañana, de todos modos, déjenme en paz por un día.”

Xue Xian se torció para mirar la espalda de sus ropas, mientras estiraba una pierna para que Xuan Min se la terminara de limpiar, se volteó hacia Luz Similar y le dijo. “No vine aquí a verte, vine a cuidar mis nísperos, están a punto de dar frutos y me temo que, si salen antes de tiempo, seguramente te vas a volver codicioso y te los vas a robar.”

Luz Similar había sido toda su vida cuidadoso y honesto, no había una persona menos codiciosa en todo el mundo. En este momento, había sentido como si este ancestro le hubiera echado un balde de desechos encima y estaba a punto de explotar de la ira. Giró la cabeza y le dijo a Xuan Min. “¿No te vas a hacer cargo?”

Xuan Min. “…”

¿Podría hacerme cargo en este momento?

Xuan Min no era desconocido a este tipo de situación desde hace mucho tiempo, su expresión permaneció inmutable y, atrapado entre los otros dos, aun así se mantuvo inquebrantable, mientras le quitaba a Xue Xian el lodo de las ropas.

Este ancestro había llegado bruscamente y sin fijarse en el camino, cuando entró por la puerta del Templo Daze, todas sus ropas embarradas salpicaron el lodo por todos lados como si fuera una cola de pavorreal. Xuan Min sólo había podido cubrirse levantando sus mangas, para luego limpiarse en la puerta.

“Ay, ya casi acabo.” Xue Xian levantó el brazo, se dio la vuelta y miró a su alrededor. “Mis ropas son delgadas, se van a desgarrar si las jalas de esa manera. ¿Cómo es posible que este maestro y aprendiz sean tan pobres y quisquillosos…”

“No te muevas.” Xuan Min le contestó quedamente.

Luz Similar agitó sus mangas, giró la cabeza y regresó a la habitación.

Cuando Xue Xian sintió que finalmente estaba limpio de nuevo, hizo un chasquido con la lengua. Tenía miedo de que Xuan Min terminara blanqueando sus ropas con su exceso de fuerza y cuando cruzó el umbral, levantó sus ropas con dignidad, dio un paso e hizo un gesto exagerado, como si estuviera evitando que el polvo ensuciara sus ropas recién aseadas.

Xuan Min estaba un paso detrás del él, lo miró en silencio mientras cruzaba el umbral y se comportaba descaradamente, le dio una palmada suave y le hizo señas para que dejara de exagerar y entrará al salón rápidamente.

Xue Xian lo miró con los ojos entrecerrados. “¿A quién andas dándole palmadas?”

“¿Ustedes dos se van a quedar ahí actuando una obra de teatro?” Luz Similar estaba sentado con las piernas cruzadas, enfrente de él había una mesa que estaba cubierta de papeles y acababa de escribir dos renglones.

Xue Xian se acercó con pereza, se paró al lado del escritorio, inclinó la cabeza y miró las palabras por un largo tiempo. “¿Eso también se lo vas a enseñar a ese pequeño saco negro de cuero?”

Luz Similar tronó la boca y lo miró mientras sostenía el pincel. “Llamas a mi sucesor burro calvo, a mí me llamas simple monje y, en este momento, acabas de llamar a mi nuevo aprendiz pequeño saco negro de cuero. ¿No puedes nombrar nada seriamente?”

Xue Xian. “No.”

Luz Similar. “…”

Ese pequeño saco negro de cuero que el ancestro había despreciado era el guardia actual de la montaña. La primera vez que había subido a la montaña, aún era un muchacho joven de catorce o quince años y ni siquiera tenía un nombre formal, pero desde que se había convertido en su aprendiz, recibió el nombre Yun Zhou de parte de Luz Similar.

Como había entablado una relación con Luz Similar, se quedaba en el Templo Daze todos los días después de hacer sus rondas por la montaña. Algunas veces estudiaba la escritura y lectura con Luz Similar, y en otras ocasiones, preparaba una pequeña jarra de té y platicaba con él. Luz Similar no podía beber el té, pero le encantaba el olor.

Después de varias idas y venidas, incluso se había familiarizado con Xue Xian y Xuan Min.

Xue Xian jugueteó con su manga por un largo tiempo, luego sacó un bloque de tinta seca de buena calidad y lo colocó sobre la mesa. “Creo que tu bloque de tinta ya casi se acaba, así que te traje otro.”

Luz Similar agarró el bloque de tinta y le dio la vuelta, luego asintió. “Es buena tinta, ve a cuidar tus nísperos.”

Xue Xian arrastró a Xuan Min alrededor de la estatua de Buda y hasta la puerta trasera del salón.

Originalmente, los monjes habían plantado muchos árboles de nísperos en los jardines alrededor del templo y durante las estaciones calurosas, la sombra proyectada por sus copas protegía maravillosamente contra la insolación y el calor. Desafortunadamente, todos habían quedado reducidos a astillas después de ese incendio catastrófico, con todas sus ramas tumbadas en el suelo, dejando una imagen completamente desolada.

Unos años atrás, a Xue Xian, no se sabía si se debía a que estaba borracho o mal de la cabeza, le surgió el capricho de plantar nísperos. Sin embargo, la neblina alrededor del edificio de bambú era demasiado densa para que pudieran crecer ahí, así que después de intentarlo dos veces y fracasar, convenció a Xuan Min para que los plantaran en el Templo Daze. De todos modos, el Templo Daze se estaba volviendo casi como su casa de descanso.

Xuan Min siempre había sido complaciente con Xue Xian, por lo que sólo movió la cabeza, inmediatamente tomó una semilla de árbol de níspero y la plantó en el jardín.

En ese momento, Luz Similar vio esa escena y dijo secamente. “Muy bien.” Y no dijo nada más, después de todo, las semillas de los árboles eran muy pequeñas, naturalmente les tomaría mucho tiempo crecer hasta dar frutos y esos dos enamorados probablemente acabarían abandonándolas.

Como resultado, no se sabía por qué, pero este asunto había estimulado el interés de Yun Zhou y pocos días después, sin decir una sola palabra, el guardia desenterró tres arboles de nísperos silvestres de la montaña, que ya tenían un tamaño considerable, y los plantó sin advertencia en el jardín trasero.

Los nísperos silvestres eran muy resistentes e, incluso aunque no recibieran mucha atención, eran capaces de proliferar por su cuenta. En cuanto la primavera llegaba, se llenaban de frutos, transformando sus copas de verde a amarillo y volviéndose más abundantes día a día.

Desde que Xue Xian comenzó a criar esos nísperos, arrastraba a Xuan Min todos los días a cuidarlos, supervisándolos hasta que estuvieran completamente maduros.

Luz Similar no había visto a un ancestro tan codicioso en toda su vida, pero a fin de cuentas era el dragón verdadero que no podía ser ofendido e incluso había tenido el descaro de pedirle que le prestara a su propio aprendiz para que lo ayudara. Parecía que realmente tenían una relación malograda.

Luz Similar levantó el pincel de nuevo y estaba a punto de terminar la lección, cuando la puerta del Templo Daze chirrió de nuevo.

Suspiró. ‘Parece que hoy tendré que dejar la lección a un lado.’

No había necesidad de levantar la mirada, él sabía quién era la persona que acaba de entrar por la puerta trasera, pero aun así alzó los ojos.

Vio a Yun Zhou que estaba cerrando la puerta del patio trasero, se dio la vuelta y caminó hacía el salón principal. A lo largo de los años, había crecido bastante rápido, como un árbol joven, volviéndose más y más alto. Las mangas de su camisa estaban enrolladas y sus brazos expuestos mostraban sus músculos desarrollados.

En realidad, no era negro, a lo mucho era moreno claro, pero Xue Xian lo llamaba con el sobrenombre de negro incesantemente.

“Esta nublado y va a llover de nuevo en la tarde.” Conforme Yun Zhou avanzó por el salón, se quejó casualmente, con una naturalidad como si estuviera entrado a su propia residencia.

Luz Similar le respondió con simpleza y trató de levantar el pincel de nuevo, pero esta vez se detuvo por su propia cuenta. Giró la cabeza y miró a Yun Zhu. “¿Qué es lo que traes?”

“Té.” Yun Zhou levantó el objeto que traía en las manos para mostrárselo y sonrió. “Aún queda vino.”

Su respuesta inocente fue igual a la de un viejo conocido hace muchos años atrás, cuando vio que Luz Similar se había quedado aturdido, él le dijo inconscientemente. “¿Quieres engañarme de nuevo para que termine bebiendo dos copas de nuevo?”

Yun Zhou se inclinó, puso la tetera sobre la mesa y dijo. “¿Pretendes engañarme? Esto no es Qiu Lubai.”

Después de decir eso, él mismo se quedó atónito, levantó los ojos para mirar a Luz Similar y se dio cuenta de que él también se había quedado pasmado.

Luz Similar abrió la boca. “Tú…”

Yun Zhou no supo que decir por un momento, luego dudo y dijo. “Yo tampoco… tampoco sé porque dije eso.”

“De acuerdo.” Luz Similar habló y sonrió. “No es nada, el té está servido y el vino está guardado, no evites que te dé una lección.”

Yun Zhou asintió, se inclinó sobre la mesa, vio lo que Luz Similar había escrito y él mismo escribió unas pocas palabras, no pudo evitar tocarse el rostro y preguntar. “¿Mi escritura… ha mejorado?”

Luz Similar lo miró de reojo, luego siguió escribiendo y dijo. “Ha mejorado, de alguna manera ha cambiado de ser garabatos mientras estás recostado sobre la panza a ser garabatos de rodillas.

Yun Zhou. “…”

Luz Similar no lo miró, pero una sonrisa se escapó de la comisura de sus labios.

Yun Zhou suspiró, se enderezó, recogió la pequeña jarra de vino y fue hacia la puerta trasera para echar un vistazo.

Xue Xian estaba apoyado contra la puerta con los brazos cruzados, mientras cuidaba los nísperos y platicaba con Xuan Min en voz baja, cuando lo vio venir, levantó la quijada y dijo. “Estaba hablando de ti justo en este momento, ¿qué traes ahí? ¿Vino?”

Yun Zhou levantó la jarra que tenía en las manos y la acercó hacia ellos. “Tantee los nísperos en la mañana, ya están maduros, puedes colectarlos y disfrutarlos junto con el vino.”

Xue Xian pestañeó. “Es la primera vez que escucho sobre comer nísperos con vino.”

Yun Zhou se acercó al estante secreto detrás de la estatua de Buda y estaba a punto de guardar la jarra de vino para ir con Luz Similar a seguir estudiando.

La nariz de Xue Xian era extremadamente aguda y el aroma del vino perduraba, estiró el cuello y olfateó dos veces, pero Xuan Min le agarró  la quijada y giró su rostro. “Disfruta los nísperos, pero el vino no está permitido.”

Xue Xian lo miró con los ojos entrecerrados por un momento, se inclinó ligeramente hacia la puerta, giró la cabeza y gritó al interior. “Monje, su aprendiz lo ha traicionado y ahora no me deja tomar vino.”

Luz Similar estaba hablando con Yun Zhou y, sin levantar la mirada, le dijo. “¿Y eso que tiene que ver conmigo?”

Xue Xian siempre disfrutaba diciendo tonterías y en realidad no esperaba que le respondiera nada. Giró la cabeza, palmeó el rostro de Xuan Min y le preguntó. “¿Por qué el vino no está permitido?”

Xuan Min agarró su muñeca, retiró su garra de su rostro y le respondió tranquilamente. “La última vez, te bebiste una jarra entera de vino Luofuchun y me arrastraste hasta la más alta cima nevada. En otra ocasión, te bebiste media jarra de vino Shuyeqing y acabamos en el Mar del Este. La otra vez…”

“No lo voy a volver a hacer…” Xue Xian le respondió con enojo, se inclinó para sellar sus labios con un beso, luego lo lamió y rápidamente se volvió a apoyar contra la puerta con el rostro inexpresivo.

Xuan Min. “…”

Xue Xian escondió el rostro, levantó la mano y apuntó hacia el jardín. “No me mires a mí, mira allá afuera, está lloviendo.”

Xuan Min suspiró.

Realmente había comenzado a llover.

Las lluvias de verano eran densas y tupidas, sin nubes pesadas ni truenos. Cuando caían, se escuchaba un ligero golpeteo, pero se sentía como si el mundo entero se hubiera detenido, tranquilo y en silencio.

Los mercaderes del pueblo estaban ocupados moviendo sus cosas desde los puestos hacia el interior de los edificios, los peatones caminaban con las manos levantadas para proteger sus cabezas de la lluvia y las mujeres en las residencias corrían para recoger las ropas tendidas sobre los palos de bambú.

El canto de los gallos y el ladrido de los perros se escuchaban a la distancia entre el golpeteo de la lluvia, y las pesuñas de los caballos resonaban en las avenidas.

Detrás de la estatua de Buda, el sonido de las voces de Luz Similar y Yun Zhou se escuchaba de vez en cuando, prácticamente incomprensible, pero no hablaban de nada más que asuntos humanos.

Xuan Min miró los frutos en el jardín, Xue Xian los había estado cuidando por medio mes y, después de haber sido lavados por la lluvia, todos lucían coloridos y brillantes, colgando rebosantes de las ramas de los árboles.

Sus ojos se movieron y cuando se posaron en el rostro de Xue Xian de nuevo, Xue Xian tenía las comisuras de la boca elevadas en una sonrisa.

Xuan Min lo miró por un rato, luego bajó la mirada e inclinó la cabeza en agradecimiento.

Los mejores días en la vida eran probablemente estos…

Nísperos recién lavados por la lluvia, prosperidad y paz.


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