Así es, no lo he visto
por tantos años,
pero este ancestro
sigue
siendo un hablador.
El primer año de Lanqiu, durante el caluroso mes de julio, el viento del atardecer trajo una brisa helada desde el río, que dispersó el calor que los meses pasados habían dejado a su paso, era refrescante.
Al final de
la calle Hugua, al este del Distrito Wolong, había una residencia familiar decorada
con linternas y banderines, con risas interminables y un ambiente vivaz.
Esta
residencia era diferente a las demás, a los dos lados de la puerta angosta
había montañas de piedras apiladas. Algunas de esas piedras estaban labradas parcialmente
y algunas conservaban su forma angular original, a pesar de que eran muchas, no
lucían desordenadas, sino que incluso hacían que la residencia luciera un poco excepcional.
Sobre la
puerta angosta colgaban dos linternas rojas nuevas, esas linternas estaban marcadas
con tinta, cada una con una sola palabra enorme, Zhang.
La persona
que vivía en esta residencia era un reconocido pedrero en el Distrito Wolong,
el cantero Zhang. El día de hoy, era su cumpleaños sesenta. En toda su vida, no
había viajado mucho en todas las direcciones y había tratado con muchos
oficiales de alto rango y mandatarios, su vida no había sido de ninguna manera
mala.
En ocasiones
como esta, se acostumbraba hacer alguna celebración alegre y pomposa en las
calles, ciertamente para demostrar extravagancia. Sin embargo, al cantero Zhang
no le interesaban esas cosas, sus dos hijos no eran muy grandes y su trabajo
era bastante estable. Temprano en la mañana, había mandado fideos y duraznos de
cumpleaños a sus vecinos, pero no aceptó ningún regalo de cumpleaños.
El verdadero
banquete sólo había reunido a los miembros de su familia, había pocas personas
y la escena era pequeña, pero eran personas muy cercanas y naturalmente el
ambiente era muy animado.
Sin embargo,
el hecho de que fuera una reunión pequeña no implicaba que había sido planeada
descuidadamente. El cantero Zhang había pagado mucho dinero para invitar a un
cocinero del famoso Restaurante Tianxiang del Distrito Wolong para que se
encargara del banquete, éste había estado cocinando laboriosamente todo el día
y todos los platillos que había preparado eran los platillos exclusivos del
Tianxiang.
El cantero
Zhang había preparado un total de tres mesas en el salón principal, los
familiares y sus dos aprendices de pedrería que llevaban aprendiendo con él por
diez años, se acomodaron en dos mesas. Sin embargo, la otra mesa lucía un poco
diferente, era del mismo tamaño que las otras dos, pero sólo había cuatro
sillas acomodadas.
Al atardecer,
el cantero Zhang hizo que todos los presentes se agarraran de las manos y,
entre esas dos mesas y la otra, se colocó un biombo, que hizo que todo el
ambiente se volviera misterioso.
Lo más
curioso fue que, mientras se servían los platillos, el cantero Zhang instruyó específicamente
que se mantuvieran los platillos vegetarianos separados de los de carne, sin
cometer ningún error.
Después de
todo, todos eran familiares y no les importó dicha indicación, simplemente miraron
al cantero Zhang con confusión y lo interrogaron.
El cantero
Zhang agitó la mano y explicó brevemente. “Invitados honorables.”
Cuando la
luna llena más perfecta se asomó en el horizonte, se escuchó un toc, toc en la puerta de la residencia.
El cantero Zhang se apresuró a recibir al recién llegado. Cuando vio a la
persona que estaba parada en el umbral, se rio y dijo con familiaridad. “Nianqi
ha llegado, Tsss… ¿por qué siento que has crecido aún más?”
La persona que
estaba parada en el exterior era Lù Nianqi, habían pasado más de diez años, ya
no lucía como el pequeño y delgado niño de antes, a excepción de que aún tenía
la tenue sombra en sus ojos y el lunar de sangre en su frente, lucía
completamente diferente, ahora era alto y delgado, un poco parecido a Jiang
Shining y su apariencia de ñoño.
“Eres tú el
que se está encogiendo.” Lù Nianqi le respondió. “Desde la última vez que me
encontré contigo en la entrada de la tienda del señor Li, no has dejado de
encorvarte.”
Aún era frío
al hablar y las personas que lo escuchaban por primera vez se quedaban un poco
sorprendidas, pero al cantero Zhang, que estaba acostumbrado a escucharlo
hablar de esa manera, no le importaba.
“Me estoy haciendo viejo, alguien que se dedica a hacer este tipo de trabajo manual tiene que tener la cabeza gacha y la espalda encorvada todo el tiempo, ya es muy tarde para que abandone esas costumbres, ¿cómo podría seguir tu consejo?” El cantero Zhang agitó la mano e inconscientemente arrastró a Nianqi al interior de la residencia. “¿Dónde están los pequeños niños abandonados que habías recogido?”
“Se cansaron
de estar jugando todo el día y se fueron a dormir temprano, de todos modos era
absurdo traerlos, tal vez en unos años.” Lù Nianqi le respondió.
Tal vez se
debía a que Nianqi había sido recogido por el padre de Shijiu en las montañas,
pero conforme Lù Nianqi fue creciendo, ocasionalmente se encontraba niños
abandonados debajo del Puente Daobian y los recogía para enseñarles a leer y
escribir, conforme fueron pasando los años, se hizo bastante famoso por estas
acciones y no tenía necesidad de preocuparse por criar a unos cuantos niños.
Originalmente,
cuando el cantero Zhang había invitado a Nianqi, le dijo que podía llevar a los
tres niños que cuidaba ahora, pero Nianqi se rehusó, sus temperamentos infantiles
aún no habían sido completamente subyugados, seguían estando bastante a la
defensiva y temerosos.
Por lo que
el cantero Zhang no insistió, tenía un temperamento sencillo y le gustaba
entrometerse en asuntos ajenos. Al principio, cuando vio que Nianqi le
respondió, estaba un poco preocupado de que estos niños fueran un poco desconsiderados,
pero en cuanto lo pensó a detalle, se sintió aliviado de nuevo…
Debido a Lù
Nianqi.
El cantero
Zhang se había encontrado ocasionalmente con Nianqi a lo largo de los años y
siempre se sentía emocionado. Había podido ver con sus propios ojos como un
muchacho joven ligeramente melancólico y a la defensiva, había crecido poco a
poco hasta convertirse en la persona que era ahora.
Podía verse
claramente que la bondad y la compasión a veces se transmitían de generación en
generación.
“¿No han
llegado aún?” Lù Nianqi lo siguió al interior de la residencia, levantó la
mirada al cielo y la desplazó de un lado a otro.
Sus ojos siguieron
nublados durante todos estos años, no estaba completamente ciego pero tampoco
mejoraban. Sin embargo, conforme fue volviéndose más habilidoso con sus dones, el
estado de sus ojos no lo limitaba en su vida diaria.
El cantero
Zhang lo imitó levantando la mirada, sacudió la cabeza y dijo. “Tal vez tarden
un poco.”
En el salón,
los demás miembros de la Familia Zhang también alzaron la mirada con una
expresión estupefacta. El hijo e hija del cantero Zhang habían llegado en una
etapa avanzada de su vida, el hijo era el mayor y sólo lucía un poco más
pequeño que Lù Nianqi. Su hija sólo tenía dieciséis años, seguía conservando el
encanto de la infancia y, afortunadamente, se parecía más a su madre.
Levantó la
cabeza y miró varias veces, pero no pudo evitar girarse hacía el cantero y
preguntarle. “Padre, ¿por qué sigues mirando hacia el cielo?”
El cantero
Zhang veía a su hija como la niña de sus ojos, si hubiera sido otra persona la
que hubiera preguntado, la habría ignorado, pero cuando la muchacha le
preguntó, no se contuvo y le susurró. “Estoy esperando a dos invitados
honorables.”
La muchacha.
“… Padre, ¿volviste a comer arroz echado a perder de nuevo?”
El cantero
Zhang no supo si reírse o llorar. “Estas diciendo tonterías.”
Lù Nianqi le
lanzó una flecha fría en el siguiente momento. “Tu pequeña hija es una persona
con buena fortuna.”
El cantero
Zhang. “…” ‘¿Acaso tengo que sentirme agradecido o no?’
Mientras
hablaban, se escuchó un trueno a la distancia que se desplazó por el cielo.
Todas las
personas en el salón se sorprendieron y alguien murmuró. “Este trueno es
realmente extraño, ¿por qué surgió tan de improvisto?”
“No importa
si fue sorpresivo, es una señal de que va a llover, quedémonos bajo techo.” Uno
de los invitados dijo.
El cantero
Zhang y Lu Nianqi levantaron la cabeza al mismo tiempo.
“Aquí
vienen…” El cantero Zhang habló con voz queda, lucía bastante complacido.
En aquel
entonces, en la Playa Heishi, después de salvar la vida y cuando despertó, el
cantero Zhang llevó a Lù Nianqi junto a Xue Xian de regreso al Distrito Wolong.
Antes de marcharse, Xue Xian le dio tres talismanes de papel, si se encontraban
con alguna dificultad, sólo tenía que escribir en el papel y quemarlo, y él
iría a ayudarlo.
Después de
que Lù Nianqi se marchó, guardó los tres talismanes con cuidado y no tenía ninguna
intención de utilizarlos.
Y en efecto,
el cantero Zhang no había usado ninguno de esos talismanes en todos estos años,
la primera vez que había utilizado uno, fue en esta ocasión. Pero no era como
que le estuviera pidiendo ayuda a Xue Xian y a Xuan Min, simplemente no los
había visto en doce años y quería invitarlos a su banquete de cumpleaños.
Se decía que
cuando se cumplían sesenta años, el cumpleaños debía celebrarse apropiadamente.
Después de todo, no era fácil decir si habría un banquete de setenta u ochenta
años. Si pasaba un año más o menos y alguno de ellos fallecía, no volverían a
verse nunca más, era momento de decir adiós para siempre.
Sin embargo,
el cantero Zhang no se sentía desanimado, la razón por la que había escogido
este año para invitarlos era sólo porque sus dos aprendices dejarían de estar
bajo su tutela ese año y, de ahora en adelante, abandonaría el labrado de
piedras para siempre. Retirándose de esta manera, podría decirse que se estaba lavando las manos en una vasija de
oro[1].
La última
pieza en la que había estado trabajando era una piedra de jade de buena
fortuna, que había terminado sólo unos días antes y quería aprovechar esta
oportunidad para regalársela a sus viejos amigos.
El relámpago
se desplazó por todo el horizonte hasta que finalmente aterrizó al final de la
calle Hugua. Todos los presentes se estremecieron un poco y se apresuraron al
interior de la habitación. El cantero Zhang giró la cabeza e hizo una inclinación,
los platillos calientes comenzaron a llegar a las mesas uno por uno.
La
planeación había sido perfecta.
Toc, toc,
toc, el golpeteo en la puerta sonó inmediatamente después. El cantero Zhang,
como siempre, se talló las manos y levantó la mirada, vio dos figuras paradas
en el umbral de la puerta, una iba vestida con ropas negras y la otra con ropas
blancas. La mano con la que la persona de negro había tocado a la puerta aún no
había caído y saludó con una expresión bastante relajada. “No nos hemos visto
por tantos años, pero te sigues haciendo más y más chaparro.”
El cantero
Zhang. “…” ‘Así es, no lo he visto por tantos años, pero este ancestro sigue
siendo un hablador.’
Las dos
personas que acababan de llegar eran Xue Xian y Xuan Min.
En cuanto
entraron a la residencia, la pequeña hija del cantero Zhang se quedó mirándolos
fijamente.
La puerta de
entrada no era muy ancha, por lo que Xue Xian y Xuan Min entraron uno detrás
del otro. La muchacha miró el rostro de Xue Xian azorada y, después de un largo
tiempo, se aferró a las ropas de su padre, giró la cabeza y le susurró. “Padre,
¿no me habías dicho que debía escoger con cuidado con quien casarme? ¿Me
ayudaste escogiendo a alguien tan atractivo?”
El cantero
Zhang le dijo inmediatamente. “Niña, ¿acaso quieres matar a tu padre?”
Con la capacidad auditiva de Xue Xian, aunque la muchacha había susurrado, él la había escuchado perfectamente. Naturalmente se sentía halagado cuando escuchaba la admiración de otros, por lo que volteó a mirar a la muchacha y dijo. “¿Esta pequeña niña es tu hija? Nació con una apariencia natural.”
La muchacha
se quedó pasmada al ver una sonrisa en la comisura de sus labios.
En cuanto
Xue Xian se acercó, la muchacha pudo ver el rostro de Xuan Min detrás de él y
volvió a quedarse pasmada. Después de un momento, no pudo evitar jalar la manga
del cantero Zhang de nuevo. “Padre, con alguien como…”
El cantero
Zhang temía que su hija dijera algo como con
alguien como él también podría casarme, rápidamente la interrumpió y dijo
con incomodidad. “Malcriada, no ofendas a los invitados de honor. Ve, ve, ve,
vete a buscar a tu madre.”
La muchacha
miró en secreto a los dos invitados de honor de nuevo y se retiró al interior
de la residencia con pasos lentos.
La mesa que
estaba separada de las otras dos por un biombo, tenía cuatro sillas en las que
se sentaron Xue Xian, Xuan Min, Lù Nianqi y el cantero Zhang.
En cuanto
Xue Xian se sentó, se sorprendió al ver la mesa llena de platillos y le habló
al cantero Zhang con una gentileza poco común. “Qué considerado.”
Los
platillos no sólo estaban ordenados entre vegetales y carnes, sino que cada
platillo coincidía con el gusto de cada uno de ellos. Cada platillo que Xue
Xian había mencionado en el tiempo que habían pasado juntos hace muchos años,
estaba presente, no faltaba ninguno.
“Y este
vino… lo obtuve de un amigo que se dedica a producir los mejores vinos, le pedí
esta jarra específicamente para este día, no le queda ninguna, todas las ha
vendido.” El cantero Zhang sacudió la jarra que tenía en las manos, palmeó el
recipiente y dijo. “Hay mucho, hay suficiente.”
De la misma
manera, no había olvidado que Xuan Min no bebía alcohol y trajo una jarra de un
té de muy buena calidad.
Xue Xian se
sirvió una copa de vino y lo olió, el vino era muy rico y aromático, con sólo
olerlo lo hacía sentir un poco embriagado. “¿Cómo se llama este vino? Si
realmente sabe bien, tendré que pedirte un poco para llevármelo de regreso.”
El cantero
Zhang respondió inconscientemente. “Este vino se llama Rey dragón embriagado.”
Xue Xian.
“…”
El cantero
Zhang. “…” ‘¡Piug! ¡Dejé mi boca suelta!’
Se atragantó
y explicó rápidamente. “Mi amigo le puso ese nombre por casualidad, no debe ser
tomado en serio, no debe ser tomado en serio.”
Xue Xian aún
no estaba borracho y se rio después de escuchar el nombre. “Entonces realmente
hay que ponerlo a prueba.”
Este tipo de
prueba, inmediatamente se iba a salir de control…
El nombre de
ese vino no era algo que la gente tomara a la ligera.
Cuando salieron
de la Residencia Zhang, Xue Xian aún lucía atractivo y elegante, con los
hombros erguidos, el rostro pálido, sin sonrojarse en lo absoluto, lucía
extremadamente tranquilo.
Incluso se
despidió del cantero Zhang y de Lù Nianqi con palabras elocuentes, por lo que ni
siquiera Xuan Min se había dado cuenta de que algo estaba mal. Caminaron por la
larga calle Hugua hasta el final y, aprovechándose de la obscuridad de la
noche, se convirtió de nuevo en un dragón negro, recogió a Xuan Min y se alejó
volando. Sólo entonces fue cuando mostró una reacción inusual.
Después de
que una niebla blanca lo rodeara, se convirtió en una larga sombra y voló
directamente hacia el cielo, dio unas vueltas violentas entre las nubes y,
antes de poder avanzar derecho, se precipitó hacia el suelo… Había exagerado
sus movimientos y accidentalmente tiró a Xuan Min.
“… ¿Estás
seguro de que no estas borracho?” Xuan Min miró los ojos negros brillantes de
Xue Xian con sospecha.
“¿Cómo
podría ser eso?” Xue Xian sacudió la cabeza tres veces y le dijo. “¿Acaso luzco
como un borracho?” Después de hablar, de pronto entrecerró los ojos, se rio,
movió la cabeza y lamió los labios de Xuan Min.
Después de
lamerlos por un rato, se levantó en silencio de nuevo y dijo con extrañeza.
“¿Por qué me siento acalorado de pronto?”
Xuan Min.
“…” ‘Si no estás borracho, entonces debes estar poseído.’
[1] Nota del
ttraductor: (金盆洗手, Jīn pén xĭ shŏu) Lavarse las manos en una
vasija de oro, abandonar la vida de un renegado o bandido.
1 Comentarios
"El primer año de Lanqiu, durante el caluroso mes de julio, el viento del atardecer trajo una brisa helada desde el río"
ResponderEliminarQue bonitas palabras. me acabo de leer todo el post y me parece precioso.
La escritura y las cámaras instantáneas son mi gran pasión.