Capítulo 3 Hombre de papel (III)


 Este burro calvo tiene prisa por

encontrar a la muerte.

 

Xue Xian, que en la primera mitad de su vida creía que podía perforar los cielos y agitar el suelo, había sido descubierto fácilmente por un monje sin pelo que sólo había tenido que usar un pedazo roto de cobre…

Después de que las dos piezas de musgo fueron raspadas y levantadas por el monje, sus formas se revelaron rápidamente, convirtiéndose en dos pieles de papel con forma de humanos. El monje miró su rostro con indiferencia, después dobló el papel y lo puso en una bolsa que estaba escondida en su cintura.

Antes de que Xue Xian pudiera hacer el lastimero esfuerzo de rociar el rostro de ese burro calvo, había sido forzado a colgar alrededor de su cintura, completamente apretado y sin ningún espacio libre.

Si la asfixia podía poner la vida en riesgo de muerte, Xue Xian habría muerto y revivido doscientas veces en esa bolsa atrapa y lleva a casa. Había nacido con un temperamento arrogante, sólo sabía cómo hacer enojar a otras personas y no se preocupaba por los demás, era una persona irracional e intolerante. En esta ocasión era como si se hubiera topado con un clavo y el bote completo se volteara en el desagüe.

Sin importar cuál era la razón original, el resentimiento entre él y el burro calvo acababa de comenzar.

 

Xue Xian era desobediente, podía tener una apariencia afable, pero era hosco como la piedra. Si hubiera tenido un cuchillo en su mano en esta ocasión, lo habría enterrado en la cintura del monje sin decir una sola palabra, pero desafortunadamente no tenía el hábito de cargar una espada todo el tiempo.

El monje lucía como una columna de hielo, no mostraba ninguna expresión y generalmente ignoraba a la gente, pero su cuerpo emitía calor, la ligera calidez de su cuerpo estaba contenida solamente por la tela de lino blanco y se permeaba a la piel de papel a través de la ropa.

Rápidamente, Xue Xian fue completamente envuelto por ese calor. “…”

¡Qué molesto!

Era realmente molesto, para la gente enferma, un poco de calor en el frío invernal era la forma más sencilla de ayudar a su espíritu luchador, especialmente para Xue Xian que había estado paralizado por medio año. Sus músculos y venas estaban bloqueados, su Qi y sangre no fluían suavemente. En estos días, su cuerpo no podía acumular mucho calor y casi toda la luna de invierno se había estado congelando. Al ser sostenido de esa manera, su cuerpo se relajó antes que su mente e incluso ya no quería moverse.

Xue Xian, que había sido doblado dos veces, se quedó recostado y enojado por un rato, finalmente fue capaz de contrarrestar la pereza de su cuerpo y comenzó a espiar los contenidos de la bolsa.

Todavía no conocía las habilidades de ese joven monje.

No podría decir si era realmente capaz… ¿Cuál era la habilidad de romper un pedazo de tela y raspar un trozo de musgo? ¡Incluso un niño meón y desnudo es capaz de jugar en el lodo! Además, para que alguien tuviera la habilidad de levantar un pedazo de tierra simplemente dependía de usar la punta de los dedos, olvídate de que sólo era un pedazo pequeño, se podría levantar el piso completo del patio, ¿por qué se había molestado en usar un pedazo de cobre roto para palearlos?

Pero, si decía que no tenía habilidades… entonces, ¿cómo pudo ver a través de su disfraz con una sola mirada?

Al principio, Xue Xian tenía cuidado de no hacer ningún movimiento brusco y, cuando buscaba a tientas, procuraba que sus movimientos fueran pequeños y ligeros. Con la conveniencia de ser de papel, realmente sería difícil que lo detectaran.

Sin embargo, después de un corto tiempo, gradualmente comenzó a perder los escrúpulos y no sabía cómo contenerse a sí mismo porque había descubierto que el burro calvo parecía incapaz de sentir su actividad. A través de las dos capas de lino blanco envueltas alrededor de su cuerpo y escondiendo la bolsa, sólo se podían escuchar algunas voces desordenadas afuera del patio, parecía que un grupo de gente se había reunido y no era claro para qué.

“Oye… ¡¿qué estás haciendo toqueteando mi cara?!” Jiang Shining bajó la voz y unas pocas palabras salieron de entre sus dientes, sonaba como si su paciencia hacía Xue Xian estaba a punto de terminarse.

Los movimientos de Xue Xian se habían acelerado y se equivocó de lugar accidentalmente, no tenía el tiempo ni las ganas para explicarle al ñoño, por lo que le hizo un ligero Shhh para indicarle que se quedara quieto y no hiciera ruido.

Durante los últimos seis meses, sus acciones habían sido reprimidas y cada vez que quería hacer algo o ir a algún lugar, tenía que pedir permiso y tomar prestada energía. Había sido una ocasión rara el que se encontraran con el burro calvo e, incluso aunque quisieran pensar que no tenía la más mínima habilidad, había sido capaz de descubrirlos, pero tal vez podrían encontrar algo para distraerlo. Xue Xian quería agarrar algunas cosas útiles dentro de la bolsa y después irse aprovechándose del caos.

Mientras Xue Xian estaba ocupado, el joven monje que lo había recogido ya había caminado hasta la puerta principal de la Residencia Jiang.

La puerta que originalmente era pesada e imponente, había sido gravemente dañada y los picaportes de cobre estaban un poco deformados, cuando las dos hojas de la puerta coincidían no embonaban perfectamente, dejando una enorme abertura entre las dos. El monje se detuvo enfrente de la puerta y levantó los ojos.

A través del espacio entre las dos hojas podía ver claramente que ya se había reunido en círculo un grupo de personas afuera de la puerta y, como la Residencia Jiang estaba abandonada, obviamente no había ninguna linterna colgada afuera de la puerta y no se veía claramente hacía adentro., pero en ese momento, el grupo de personas que estaban afuera, sostenían una cadena de linternas en sus manos irradiando una ligera luz blanca, las personas lucían hostiles y serias, y tenían una postura agresiva.

Esa actitud no parecía indicar que estuvieran aquí para atrapar fantasmas sino más bien para detener a una persona.

Como dice el dicho, no hagas cosas malas a menos que quieras que los fantasmas toquen a tu puerta., pero una pelea tan grande, quien estuviera dispuesto a enfrentarla terminaría muy frustrado. El monje les dio una mirada y sus ojos se entrecerraron, empujó la puerta para abrirla y, sin mirar a nadie, levantó el pie y comenzó a caminar, como si la gente con linternas en frente de él no existiera.

Las personas afuera de la Residencia Jiang no eran cualquier persona, estaban vestidos con las ropas típicas azules y grises de los oficiales, y había alrededor de diez sables delgados de aproximadamente sesenta centímetros de largo colgando de sus cinturas. Había una docena de personas y, cuando vieron que el monje estaba dispuesto a pasar de largo, inmediatamente empuñaron los sables, rodeándolo y bloqueándole el camino.

El monje se detuvo, frunció las cejas y miró a las personas enfrente de él, como si no supiera quienes eran y que tenían que ver con él.

“Tú lo dijiste, sin embargo,  ¿es esta persona?” Una voz ligeramente mayor se escuchó abruptamente.

El monje miró a la persona que había hablado, era un hombre chaparro de mediana edad, llevaba un sombrero de gobernador, tenía bigotes como de cabra y lucía delgado, pero su barriga resaltaba ligeramente. Era una persona conocida localmente en Ningyang y su nombre era Liú Xu, el gobernador del distrito Ningyang., pero el monje no era de ahí y, con su temperamento, aunque fuera un local, probablemente no habría puesto atención a cuál era la apariencia del gobernador, él sólo veía ojos y bocas.

La persona a la que el gobernador estaba cuestionando, el monje tenía una ligera idea de haberlo visto y no era otra más que el mesero de Jiuweiju.

Resultaba que el mesero se había quedado pensando en el letrero de búsqueda pegado en la pared del restaurante Jiuweiju y finalmente había ido a la oficina del gobernador. Como la recompensa era bastante considerable, debía de tratarse de un criminal peligroso, ¿sería posible que incluso hubiera asesinado a varias personas?

Entonces, el mesero simplemente reportó al  monje, el gobernador no dijo nada, pero inmediatamente llamó a su gente para ir por él.

La mirada del monje cayó sobre el mesero que lucía un poco culpable, ligeramente encogió su cuello y dudó antes de decir. “Se… señor yo…”

Antes de que pudiera terminar de hablar, el monje ya había retirado su mirada, levantó un dedo y una cosa obscura trazó una trayectoria en forma de arco antes de aterrizar en los brazos del mesero cobarde. El mesero respingó de dolor, cerró los ojos por la impresión y, cuando escuchó el sonido de monedas de cobre chocando, volvió a abrir los ojos con precaución.

¡Una bolsa de dinero!

Lo que había sido arrojado a sus brazos era el monedero que él le había dado antes de dejarlo sólo en la calle.

Al parecer el monje había lanzado lo que tenía que lanzar y tomó un paso de nuevo con una expresión tranquila en el rostro. Esta vez, probablemente estaba impaciente con la retención, con frialdad abrió la boca dirigiéndose hacia el gobernador y dijo. “Hágase a un lado.”

“Mi Señor, este…” Mientras bloqueaban el camino, los guardias voltearon a mirar al gobernador.

“Esperen.” El gobernador sacó un pedazo delgado de papel que tenía  guardado en las mangas, lo agitó contra la luz de la linterna y dijo. “¿De dónde se supone que es este pequeño maestro? ¿En qué templo budista está registrado? ¿Cuál es su número de registro?”

El monje frunció las cejas y lo miró como si tuviera demasiada flojera para responderle, además parecía que estaba pensando en algo.

Viendo que parecía que no tenía claro lo que estaba bien y mal, el tono del gobernador se volvió inmediatamente más serio. “Pequeño maestro, alguien ha venido a decir que eres ligeramente parecido a una criminal buscado en todo el mundo, si insistes en quedarte callado, tendremos que llevarte con nosotros primero, regresar a la oficina de gobierno y ¡corroborarlo a detalle!”

El joven monje lo miró con frialdad y, después de un rato, dijo tranquilamente. “El nombre de este monje es Xuan Min, un monje errante que no tiene casa ni templo.”

Los monjes serios nunca vivían de esa manera, cualquiera que dijera que no tenía casa ni templo tenía que depender de la bondad ajena para comer, en otras palabras, eran charlatanes.

El gobernador lo vio de pies a cabeza con una expresión irónica y luego agitó su mano una vez para indicarle a uno de los guardias que levantara su linterna para ver el rostro de Xuan Min a detalle.

Xue Xian que estaba atento dentro de la bolsa, escuchó toda la dinámica y estaba regodeándose en ese momento. ‘Pensando que un burro calvo podía invadir la guarida de alguien más, ahora tú serás el invadido, ¿cierto? ¡Te lo mereces!’

No había encontrado nada útil en la bolsa, excepto por una rama de durazno y dos pedernales, había solamente un compartimento en la bolsa de tela. También tocó cuidadosamente el forro de la bolsa y parecía que tenía unas agujas cortas y largas, en resumen, no había nada que quisiera. Xue Xian no se molestó en esperar más tiempo, quería escabullirse afuera de la bolsa mientras el monje no estaba prestando atención.

Para eso, se sentía bastante confiado mientras nadie más se diera cuenta de su presencia, la gente común no sería capaz de percibir sus movimientos. Xue Xian aprovechó mientras el gobernador respondía, se estiró hasta volverse una hoja extremadamente delgada y se frotó contra la abertura de la bolsa.

Quien iba a pensar que en cuanto sacara la cabeza, sólo vería obscuridad enfrente de él…

El burro calvo que se estaba enfrentando contra una docena de cuchillos, había levantado la mano a tiempo y ¡había usado un dedo para empujar de regreso la cabeza de papel que se había asomado!

Xue Xian. “…”

Este maestro naturalmente desobediente estaba completamente sorprendido e inmediatamente comenzó a retorcerse dentro de la bolsa, sacó una aguja del forro y la apuntó hacía la cintura del burro calvo.

Xuan Min. “…”

Justo cuando Xue Xian estaba a punto de atacarlo de sorpresa, el gobernador había terminado de comparar el rostro de Xuan Min con la imagen del letrero de búsqueda, frunció las cejas y negó con la cabeza. “No es él…”

“¿No es?” Los guardias detrás de él siguieron su mirada y observaron el retrato del letrero.

“La edad no coincide, hay mucha diferencia.” El gobernador dijo. “No se parecen… de lejos, es un poco similar, pero si lo miras a detalle bajo la luz, es demasiado joven. Además, al que están buscando parece ser un monje extremadamente peligroso, este maestro…”

El gobernador pasó los ojos inconscientemente alrededor de la cintura de Xuan Min y vio el colgante gris de monedas de cobre. Aunque no lo dijo directamente, su expresión decía claramente que pensaba que la persona enfrente de él era un novato, sus monedas de cobre ni si quiera estaban cubiertas de aceite aún... ¿Ese hombre era un monje? ¡Qué buena broma!

Nadie sentiría respeto por un charlatán que podía ser desenmascarado a simple vista.

Después de que el gobernador vio el colgante de monedas, su expresión era obviamente desdeñosa. Levantó la mano, hizo un gesto de despedida a Xuan Min y le dijo. “De acuerdo, no hay nada mal con este pequeño maestro, vámonos.”

Xuan Min levantó el pie y se alejó caminando, como si sólo hubiera sido molestado por una hoja que cayó sobre su cuerpo, se la quitó con una simple palmada y no tuviera nada que ver con él.

Pero después de dar dos pasos, miró el rostro del gobernador con indiferencia y le dijo suavemente. “Usted no vivirá mucho tiempo.”

En la bolsa escondida, Xue Xian estaba rumiando una nueva idea, al escucharlo se resbaló y casi se desgarra él mismo. “…”

Pensó. ‘Esto es genial, no necesito esforzarme mucho, ¡este burro calvo tiene prisa para encontrar a la muerte!’

Sin embargo, cuando se resbaló, accidentalmente clavó la aguja en el hueso de la cadera de Xuan Min y, de alguna manera, sintió algo en su cerebro. “Bzzz…” El suelo se estremeció como si alguien hubiera sonado una campana enorme en su cabeza.

 

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