Capítulo 2 - Se une a la liga

Midoriya se dió cuenta de que alguien estaba de pie delante suyo— ¿qué quieres? —lo dijo con una voz amenazadora y con unos ojos con las claras intenciones de matar.

—Oye oye oye, tranquilo chaval.   —sonrió escalofriantemente —solo daba un paseo y te he visto, ¿que haces aquí? ¿Quieres venirte conmigo?

—¿Por qué debería hacerlo? Ni tu me necesitas, ni más importante, yo no te necesito, así que piérdete. 

—Uyyy, no deberías hablarme así —le puso la mano al cuello amenazadoramente— o podría quitarte la vida con solo un toque.

—¡Pues hazlo! ¡No es que me quede motivo para vivir! ¡mi venganza nunca podría tener éxito sin un quirk!

—¿Ah? ¿Y crees que me importa? Si quieres un quirk te daré uno, tantos como quieras, pero no actues como una nenaza, a partir de ahora serás mi subordinado ¿entendido?

Los ojos del peliverde se iluminaron, podía conseguir una particularidad... Eso era lo que deseaba en ese momento, y daría lo que fuera para poder conseguirlo.

Estubo unos segundos en silencio hasta que sus labios se movieron dejando salir una voz maltrecha y ronca— Acepto. —dicha esta palabra, quitó la mano que le sujetaba el cuello y se levantó.

El peliazul empezó a andar y Midoriya lo siguió— Ah, oye, ¿y cómo te llamas? —delante suyo ese muchacho se detuvo por la pregunta y esbozó una sonrisa siniestra.

—Me puedes llamar Tomura o maestro, como prefieras. ¿Y tú como te llamas, niño perdido?

—Hmm, me puedes llamar Deku

Con eso sentenciado, Tomura guió a Midoriya a un bar dentro de un edificio que parecía abandonado. Entraron dentro y se encontraron a alguien fregando los vasos detrás de la barra.

—Este es Kurogiri, puede utilizar su quirk para teletransportarnos a cualquier parte, Kurogiri, este es Deku, un perro callejero que he adoptado, llevaos bien. —Dicho eso llevó a Midoriya a otra sala

—Ahora te presentaré a mi maestro, una falta de respeto y estás muerto ¿entendido?

—Hmm —asintió con la cabeza mirando al suelo y los dos entraron dentro de una oscura habitación, solamente iluminada por una lámpara que podía dejar ver a una persona sentada en una mesa mirando.

—¿Eh? ¿Tomura? ¿Qué te trae por aquí? ¿Quien es ese? —dijo aún de espaldas a ellos

—Es mi nuevo subordinado, y pues maestro, necesita un quirk para llevara a cabo una venganza que tiene pendiente. ¿Le podrías dar uno?

—Sabes que siempre te he consentido Tomura... Pero eso es pasarse, darle un quirk a alguien no es tan sencillo, a demás necesito hacer experimentos. Si lo pruebo con ese niño y funciona, te lo dejaré.

—Perfecto —se giró en dirección a Deku— quedate, el te dará un quirk, nos vemos luego, si sigues vivo~~ —dijo ya cerrando la puerta.

Midoriya ya estaba tragando saliva de la angustia... ¡¿qué experimentos eran esos?! ¿Qué le harían? Eso lo sabría unos segundos después cuando ese hombre se giró para verlo.

1 semana después

Tomura ya estaba cansado de esperar, había pasado una semana y aún no tenía ninguna noticia de su maestro ni sobre su nuevo muñeco. Así que se dirigió a la habitación para saber como estaba. Abrió la puerta y se encontró al peliverde en una silla con un casco en la cabeza que le cubría hasta los ojos. All for one se giró para verlo.

—¿Qué quieres Tomura?

—¿Cómo está Deku?

—Bueno, la verdad, creo que este es uno de los mejores nomus que he hecho, incluso ha mantenido la consciencia, aunque creo que si lo fuerzo un poco más se podría romper... ¿Que te parece si lo probamos?

—Dejalo, lo necesito vivo

—Esta bien, esta bien, creo que con esto ya es un gran avance, aunque lo necesitaré para controlar su estado, pueden haber consecuencias adversas.

—¿Y qué le has hecho?

—Bueno, sabes perfectamente de que se trata mi investigación. Y aunque no ha alcanzado los estandares pata derrotar a All Might, puede ser de utilidad.

—Eso ya lo sé, dime que le has hecho

—¿Pues que le voy a hacer? Lo que me pediste, le he dado un quirk, bueno más bien dos, tal vez el hecho de que no hahya tenido uno de nacimiento ha hecho que tenga éxito... Pero bueno, ¿lo despertamos?

Dicho eso, presionó un botón que le levantó el casco, se veía diferente, tenía el pelo mas oscuro, aunque conservaba ese color verdoso, y su expresión no era tan inocente que antes... Tenía una sonrisa sádica que asustaba a cualquiera.

—Ya, ya, se acabó la siesta, levanta —dijo el peliazul cogiendole el brazo

Peró un segundo después su mano fue rechazada por un manotazo, ese peliverde lo estaba mirando con ganas de matar.

—No me toques........cosa repulsiva

Tomura apartó el brazo— ¿¡Pero qué coño le pasa?!

—Parece que le cuesta un poco hablar, bueno, eso se arregla con práctica. Y dime chaval ¿qué recuerdas? ¿familia? ¿amigos?

El peliverde se puso a pensar seriamente, ¿que recordaba? Toda su mente estaba en blanco, no se acordaba de nada, a no, sí se acordaba de algo... Cuando ese estúpido héroe de pacotilla lo había, lo había... Empezó a llorar por el recuerdo, pero no eran lágrimas de tristeza o vergüenza, sino de frustración. De no haber podido hacer nada en ese momento.

—Me acuerdo de lo justo y necesario, así que... ¿cuándo empezamos?

Ese fue su punto de partida, alguien nuevo había despertado, y para mal de los héroes, no sería nada bueno para ellos. Deku había aparecido.


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