C2: Fuertes Vientos A Las Afueras de la Capital

Cui Buqu


Investigar todo lo que sucediĆ³ durante una noche en un clima tan terrible, era realmente arduo.

El lugar del desafortunado incidente no estaba lejos de la ciudad de Liugong, por lo que la noticia del asesinato del embajador de Khotan mientras se dirigĆ­a hacia allĆ­ se extendiĆ³ por toda la ciudad. 

El magistrado del condado estaba asustado, aterrorizado de que lo involucraran.

Casualmente en este momento, desde la capital, llegaron algunas personas por orden del Emperador de recibir al Embajador Khotan. 

ĀæQuiĆ©n podrĆ­a haber adivinado que antes de poder recibirlo, se habĆ­an encontrado con un caso de asesinato?

El magistrado del condado de la ciudad de Liugong estaba temblando de miedo, en una pose servil, Ć©l solo querĆ­a desechar la responsabilidad como una papa caliente. 

Sin embargo, lo que lo sorprendiĆ³ fue que este importante huĆ©sped de la capital no era fĆ”cil de tratar. No dijo nada al respecto, pero aceptĆ³ el caso y sacĆ³ a la gente a investigar.

El magistrado del condado, Liu Lin, levantĆ³ la cabeza y observĆ³ cĆ³mo el viento se calmaba gradualmente y la nieve amainaba. Ć‰l exhalĆ³ un suspiro.

Como magistrado del condado de la ciudad de Liugong, serĆ­a difĆ­cil para Ć©l evitar asumir la responsabilidad si la Corte Imperial quisiera investigar la muerte del embajador de Khotan fuera de su ciudad. 

Mientras reflexionaba sobre ello, no tenĆ­a idea de quĆ© bandido era tan audaz como para asesinar al embajador de otro paĆ­s. Pero por asĆ­ decirlo, nunca habĆ­a oĆ­do hablar de ningĆŗn bandolero audaz en Liugong. 

Los ladrones de poca monta no se habrĆ­an atrevido a intentar crear una escena tan grandeā€¦.

Mientras pensaba volteaba el cadƔver para echar un vistazo.

Todos los guardias estaban ocupados barriendo la nieve que se habĆ­a acumulado, revelando entre siete y ocho cadĆ”veres que estaban enterrados debajo. 

La mayorĆ­a de ellos tenĆ­an las mismas heridas que el cadĆ”ver anterior, les habĆ­a rajado la garganta, herida que les quitĆ³ la vida.

Solo el hombre vestido lujosamente en el carruaje de caballos tenĆ­a un agujero perforado en el pecho.

Liu Lin naturalmente se inclinĆ³ para sacar un cuchillo de la nieve y exclamĆ³ abruptamente: "Ā”Un cuchillo largo de los GƶktĆ¼rks!"

"Ā”AquĆ­ tambiĆ©n hay un cuchillo largo!" otro agente gritĆ³.

Mientras levantaban el cuchillo, todavĆ­a habĆ­a sangre en Ć©l. Este era un arma que habĆ­a matado a muchas personas.

Ā”ĀæPodrĆ­an ser los GƶktĆ¼rks quienes lo hicieron?! Liu Lin se sintiĆ³ asombrado.

Cuanto mƔs lo pensaba, mƔs probable era que sintiera que era una teorƭa posible.

Todos sabĆ­an que, si los GƶktĆ¼rks y el Gran Sui se involucraban en una guerra, los que estaban al margen tampoco se atreverĆ­an a dormir en paz. 

Durante mucho tiempo, los GƶktĆ¼rks estaban disgustados por el hecho de que Khotan decidiĆ³ huir y esconderse bajo los estandartes de la dinastĆ­a Sui, por lo que podrĆ­an haber aprovechado esta oportunidad para asesinar al embajador para provocar una disputa entre Khotan y la dinastĆ­a Sui, volviĆ©ndose paĆ­ses enemigos.

Mucha gente habĆ­a llegado a la misma conclusiĆ³n que Liu Lin.

En este momento, el caso estaba llegando a su clĆ­max, listo para concluir y determinar la causa y la razĆ³n del asesinato del embajador, pero Liu Lin no pudo prepararse para el prĆ³ximo dolor de cabeza que vendrĆ­a: si los GƶktĆ¼rks aparecieron cerca la Ciudad de Liungong, podrĆ­an haberse escabullido dentro de ella. 

El gremio de Linlang recientemente querĆ­a celebrar su evento de subasta anual en Liugong. La gente de todas partes, los ricos, pugilistas de todos los clanes y sectas, se reunirĆ­an allĆ­. 

Sin embargo, en este momento, tenĆ­an que lidiar con un caso de asesinato.

Ya podĆ­a prever el destino que le esperaba. Si no manejaba bien sus deberes y permitĆ­a que la responsabilidad de que los GƶktĆ¼rks se infiltraran en la ciudad se cerrara sobre su cabeza, estarĆ­a condenado.

Pensando que pronto podrĆ­a perder su trabajo, Liu Lin pudo ver una premonitoria nube negra ante sus ojos. SintiĆ³ que sus manos y piernas se debilitaban.

Entre los subordinados del invitado importante, habĆ­a un joven con el apellido de Pei. SaliĆ³ del carruaje, sosteniendo un pequeƱo cofre.

El modelo de ese cofre era cada vez mĆ”s popular en la capital en los Ćŗltimos tiempos. Era pequeƱo y tenĆ­a tres cajones. DetrĆ”s del tercer cajĆ³n, ocho columnas estaban presentes. 

Era conveniente poner cosas como cosmĆ©ticos y pequeƱos manjares dentro. Colocarlo en el carruaje era realmente conveniente y amado por las mujeres. Algunas mujeres adineradas incluso colocaban joyas y tesoros caros en ellos.

Pei Jingzhe sostuvo el cofre en sus manos. Aunque no era tan lujoso como los que se verĆ­an en la capital, todavĆ­a estaba hecho de buena madera y elaborado con excelsitud. Mirando mĆ”s de cerca, incluso se podĆ­a ver el grabado de una mujer vestida con ropa tradicional de Khotan bailando.

El tercer cajĆ³n fue sacado.

En el primer cajĆ³n se colocaron duraznos y albaricoques secos. En el segundo, algunas joyas y adornos para el cabello. Descubrieron algunas placas utilizadas por las mujeres cuando abrieron el tercer cajĆ³n. HabĆ­a patrones de peces, insectos, estrellas y lunas recortados con una lĆ”mina dorada.

ParecerĆ­a que habĆ­a mujeres entre esta compaƱƭa, pensĆ³ Liu Lin.

Esto no era sorprendente. SegĆŗn los rumores, el embajador del Reino de Khotan era un pariente de su rey. Era perfectamente natural para ellos traer una concubina o dos cuando salĆ­an del reino. 

Sin embargo, fue lamentable que antes de que pudieran presenciar la grandiosa ciudad de Daxing, hubieran perdido la vida.

ā€œBusca si hay cadĆ”veres femeninosā€. Al mismo tiempo, el hombre tambiĆ©n hablĆ³.

Cuando dio la orden, todos lo escucharon de inmediato, desmontando sus caballos para armar en la bĆŗsqueda.

El costoso abrigo que anteriormente pertenecĆ­a al hombre, en este momento, fue desechado en el suelo en medio de la nieve. Liu Lin observĆ³ con angustia y murmurĆ³ para sĆ­ mismo, antes de llamar su atenciĆ³n y unirse a la bĆŗsqueda.

Entre esta compaƱƭa, a excepciĆ³n de los guardaespaldas montados, habĆ­a cuatro carruajes presentes. Los embajadores de Khotan compartieron uno. Uno fue usado para llevar provisiones. Otro contenĆ­a tributos destinados al Emperador Sui. 

El Ćŗltimo, un carruaje mĆ”s pequeƱo, debe haber sido para las sirvientas del embajador. Pronto descubrieron dos cadĆ”veres enterrados en la nieve cerca de ese carruaje. Se observĆ³ la misma herida profunda en sus gargantas que reclamĆ³ sus vidas.

Las dos criadas eran bastante hermosas. Liu Lin pensĆ³ que ambas podrĆ­an haber sido los calentadores de cama del embajador y sus sirvientes.

Pero cuando el hombre se arrodillĆ³, su nariz casi tocĆ³ a una de las doncellas fallecidas, casi como si fuera a besarla. Al observar rasgos tan hermosos cerca de la cara de un difunto que tenĆ­a manchas verdes y negras, Liu Lin no pudo evitar temblar.

Pero al hombre no pareciĆ³ importarle mucho y permaneciĆ³ en esa posiciĆ³n. ExaminĆ³ el cadĆ”ver de cerca, olisqueando todo el camino e incluso extendiĆ³ la mano para desabrochar el vestido del cadĆ”ver con los dedos. 

Ā”Se veĆ­a exactamente como un hombre pervertido! El joven que antes parecĆ­a muy tranquilo tampoco podĆ­a soportar la vista delante de Ć©l y gritĆ³: "Ā”Lang Jun!"

"ĀæA quĆ© le gritas?" El hombre respondiĆ³ y caminĆ³ hacia el otro cadĆ”ver y se arrodillĆ³ una vez mĆ”s, olisqueando por un largo tiempo antes de declarar: ā€œHay otra mujer. BĆŗscala.ā€

ā€œĀæHabĆ­a alguien mĆ”s aparte de ellas?ā€ Liu Lin estaba aturdido.

El hombre, un poco impaciente, explicĆ³: ā€œDentro del carruaje, olĆ­ un aroma que no encontrĆ© en el cuerpo de estas dos mujeres. Entonces, hay otra mujer alrededor. Ā”EncuĆ©ntrala!"

Todos se movieron rĆ”pidamente para buscar, pero al final, solo lograron descubrir veintiĆŗn cuerpos; aparte de los dos cadĆ”veres femeninos, el resto eran hombres.

El hombre hablĆ³ con Liu Lin: ā€œDeja un equipo aquĆ­ para asistir a la escena del crimen. Trae el resto de los cuerpos de vuelta.ā€

Entonces, Āæya estĆ” hecho?

El rey de Khotan querrĆ­a investigar el asesinato de su embajador aquĆ­. Si los cuerpos fueran removidos y el sol volviera a salir, toda la evidencia serĆ­a eliminada. Entonces, ĀæcĆ³mo iban a investigar el caso?

Liu Lin parecĆ­a confundido. QuerĆ­a preguntar, pero no se atreviĆ³ a hacerlo, por lo que solo pudo mirar a Pei Jingzhe y le dio algunas pistas con algunas miradas.

Pei Jingzhe suspirĆ³. CogiĆ³ el costoso abrigo que habĆ­a tirado al suelo y se preparĆ³ para un buen regaƱo. 

ā€œLang Jun, Āænos vamos? ĀæNo haremos algo con los carruajes y los caballos?ā€

El hombre le volviĆ³ a preguntar: "Dime, si te quedas aquĆ­, ĀæquĆ© mĆ”s se puede hacer?"

Liu Lin estaba tartamudeando mientras interceptaba: "ĀæNo deberĆ­amos traer los carruajes y las armas de vuelta para tener una evidencia sĆ³lida? En el futuro, si la gente pregunta, al menos tenemos algo que mostrarles ".

El hombre respondiĆ³: "No hay necesidad de carruajes, pero las armas se pueden volver a unir con los cuerpos".

No se explicĆ³ mucho cuando se subiĆ³ a su caballo y se dio la vuelta. Su tĆŗnica blanca ondeaba en el viento mientras se iba. Los hombres restantes se miraron, sin saber quĆ© hacer.

Los agentes ubicados en pequeƱas regiones no estaban tan entrenados y capacitados como los de la capital. Para compararlos con hombres de la Oficina Jiejian, se podrĆ­an decir cosas aĆŗn menores. 

Pei Jingzhe solo pudo quedarse atrĆ”s y darle instrucciones a Liu Lin sobre cĆ³mo limpiar la escena del crimen. Un equipo de hombres enviarĆ­a los cuerpos y las armas de regreso a la ciudad antes de regresar a la mansiĆ³n Qiushan.

La mansiĆ³n Qiushan estaba situada en el sureste de la ciudad de Liugong y estaba rodeada de montaƱas y cuerpos de agua, ofreciendo una sensaciĆ³n de tranquilidad entre la inquietud. 

La esposa del magistrado del condado Zhao pertenecĆ­a a una familia muy rica entre los lugareƱos; asĆ­, esta mansiĆ³n habĆ­a sido el regalo de bodas de su esposa. 

Cada asueto de primavera traĆ­a a su familia allĆ­ para vivir unos dĆ­as. Esta vez, antes de que el embajador de la capital aĆŗn no llegara, ya habĆ­a asignado sirvientes para ordenar la mansiĆ³n. Una vez que llegara el invitado importante, podrĆ­an llevarlo aquĆ­ directamente. 

Si el huĆ©sped se sintiera cĆ³modo, tambiĆ©n tendrĆ­a menos problemas que enfrentar.

Pei Jingzhe disfrutaba bastante de estar en la mansiĆ³n Qiushan, especialmente cuando la nieve no se habĆ­a derretido por completo y las ramas y las hojas nuevas ya comenzaban a brotar. TenĆ­a una elegancia que no podĆ­a encontrar en la capital, por lo que cada vez que lo visitaba, su estado de Ć”nimo automĆ”ticamente mejoraba.

Incluso si supiera que el estado de Ć”nimo del Segundo comandante de la Oficina Jiejian serĆ­a malo durante los prĆ³ximos dĆ­as.

La campana de cobre se balanceĆ³ debajo de la cornisa, y el hombre sentado en el pĆ³rtico reclinado, parecĆ­a perezoso, pero sus dedos eran hĆ”biles mientras enrollaban una carta antes de insertarla en un tubo de bambĆŗ.

Pei Jingzhe no pudo evitar aligerar sus pasos, pero las pestaƱas del otro hombre temblaron como si ya hubiera notado su presencia.

"EnvĆ­a algunos hombres para investigar a la mujer que el embajador trajo con Ć©l" dijo Feng Xiao mientras pasaba el tubo de bambĆŗ que contenĆ­a la carta a Pei Jingzhe.

El condado de Qiemo era un lugar situado entre la ciudad de Liungong y el Reino de Khotan. En la superficie, pertenecĆ­a a la dinastĆ­a Sui. Sin embargo, los GƶktĆ¼rks y la DinastĆ­a del Sur estaban en guerra con el condado de Qiemo. Por lo tanto, no habĆ­an pensado mucho en este lugar.

Desde las llanuras centrales hasta las regiones occidentales, el condado de Qiemo era un lugar que inevitablemente tenĆ­an que pasar. DespuĆ©s de mucho tiempo, este se habĆ­a convertido en un lugar para reponer los suministros. Gente de todas partes del paĆ­s se reunirĆ­a allĆ­ para tomar un respiro. 

La Oficina de Jiejian habĆ­a colocado una fortaleza allĆ­ desde hacĆ­a mucho tiempo para que pudieran enviar cartas con informaciĆ³n convenientemente.

Pei Jingzhe, que tomĆ³ el tubo de bambĆŗ, no pudo evitar preguntar: "ĀæTiene una pista sobre este caso en este momento?"

Feng Xiao tomando un documento lo arrojĆ³ hacia Ć©l.

Pei Jingzhe atrapĆ”ndolo torpemente lo abriĆ³. El nombre del embajador era Yuchi Jinwu, el sobrino del Rey Khotan. En la carta, el Rey Khotan expresĆ³ su sinceridad y admiraciĆ³n por la dinastĆ­a Sui, con la esperanza de que pudieran formar una alianza y ayudarse mutuamente a derrotar a los GƶktĆ¼rks.

La verdad finalmente se supo: el Rey Khotan habĆ­a querido que la dinastĆ­a Sui los ayudara a lidiar con los GƶktĆ¼rks, pero tambiĆ©n temĆ­an que la dinastĆ­a Sui les imponga su gobierno. 

Entonces, por un lado, el Rey Khotan se esforzĆ³ por formar una relaciĆ³n con la dinastĆ­a Sui, pero, por otro lado, tambiĆ©n desconfiaban de la dinastĆ­a Sui.

El edicto real solo estaba destinado al emperador de la dinastĆ­a Sui, pero dado que el embajador estaba muerto, para resolver el caso, se habĆ­a convertido en parte de la evidencia; por lo tanto, fue confiado a su cuidado.

El asesinato de Yuchi Jinwu y su compaƱƭa no fue por riquezas ni pertenencias. Sin embargo, el edicto imperial todavĆ­a se dejĆ³ en el carruaje. Todo estaba en su lugar.

Pei Jingzhe cerrĆ³ el pergamino real y despuĆ©s de terminar de leer le hablĆ³ a Feng Xiao:

ā€œLang Jun, un Khotaniano fue asesinado dentro de las tierras Sui. Esto traerĆ­a vergĆ¼enza al orgullo de la dinastĆ­a, ademĆ”s de crear un enfrentamiento entre Khotan y la dinastĆ­a Sui. Esto parece algo que harĆ­an los GƶktĆ¼rks."

Feng Xiao alzĆ³ una ceja: "Vinieron a nuestras tierras y asesinaron a alguien. ĀæPor quĆ© tuvieron que usar un cuchillo turco? Si hubieran usado una espada hecha en las llanuras centrales, no tendrĆ­amos una pista para trabajar."

Pei Jingzhe se tocĆ³ la barbilla, ā€œLos GƶktĆ¼rks siempre han sido impulsivos y violentos. Si hubieran asesinado a plena luz del dĆ­a, no serĆ­a inusual. Aparte de eso, ahora los GƶktĆ¼rks y las llanuras centrales estĆ”n en guerra. Entonces, si se hubieran llevado las armas, Āælo hubiĆ©ramos sabido?ā€

Feng Xiao: "ĀæNo te diste cuenta que, en ese carruaje, faltaba algo mĆ”s?"

Pei Jingzhe pensĆ³ un tiempo largo. El pergamino real, que era la evidencia mĆ”s importante, todavĆ­a estaba allĆ­. ĀæQuĆ© mĆ”s podrĆ­a haber faltado? Los tributos traĆ­dos por el embajador de Khotan tambiĆ©n estaban allĆ­...

De repente, una luz de conocimiento cruzĆ³ por sus ojos, ā€œĀ”La lista de tributos! No encontramos ninguna lista sobre los tributos.ā€

Feng Xiao dejĆ³ escapar un 'Mn' como si sintiera que Pei Jingzhe no estaba completamente fuera de toda esperanza.

Pei Jingzhe se habĆ­a acostumbrado desde hacĆ­a mucho tiempo a los modales extraƱos del Segundo Comandante, por lo que se sorprendiĆ³ recibir la aprobaciĆ³n de Feng Xiao. 

AƱadiĆ³, ademĆ”s: ā€œEl asesino se llevĆ³ la lista de tributos, ĀæpodrĆ­a ser que se llevaron uno de los tributos y no quisieron que lo supiĆ©ramos? Pero entonces solo tenemos que preguntarle al Rey de Khotan, y todo estarĆ” claro.ā€

Feng Xiao: ā€œEl tiempo que lleva viajar de aquĆ­ para allĆ” serĆ­a suficiente para hacer muchas cosas. TrĆ”eme el cofre que encontraste antes.ā€

Pei Jingzhe obedeciĆ³ y sacĆ³ el cofre, abriendo cada cajĆ³n.

Feng Xiao: "Algo falta."

Pei Jingzhe parecĆ­a sorprendido. No se habĆ­a dado cuenta de que faltaba algo, aunque habĆ­a buscado varias veces.

Pero si se atrevĆ­a a decir ese pensamiento en voz alta, sin duda serĆ­a regaƱado. Entonces, Pei Jingzhe solo respondiĆ³ honestamente:

ā€œPido disculpas por mi lentitud. Lang Jun, por favor, ilumĆ­neme ".

Feng Xiao, "CosmƩticos".

Las personas que podĆ­an permanecer al lado del Segundo Comandante nunca serĆ­an demasiado estĆŗpidas. Pei Jingzhe conectĆ³ de inmediato los puntos.

ā€œHay carillas en el cofre, por lo que tambiĆ©n debe haber lĆ”piz labial y perfume. Pero el perfume y la fragancia en el carro no son del mismo aroma que se encuentra en esas dos criadas. Por lo tanto, deberĆ­a haber habido otra mujer; de hecho, es probable que sea una querida concubina de Yuchi Jinwu. ĀæFue secuestrada? No, eso no estĆ” bien. El cofre no estaba desordenado. Todo estaba perfectamente colocado. Cuando se la llevaron, seguramente no fue a la fuerza...ā€

Cuando llegĆ³ al final de su anĆ”lisis, exclamĆ³: "Ā”ĀæEl asesino es la mujer desaparecida?!"

Feng Xiao se doblĆ³ las mangas, ā€œPuede que no lo sea, pero ciertamente estĆ” relacionada con el caso. El asesino usĆ³ cuchillos turcos, pero podrĆ­an no ser los GƶktĆ¼rks. Investiga el asunto e infĆ³rmame en tres dĆ­as.ā€

Pei Jingzhe se inclinĆ³ levemente, "SĆ­".

......

Tres dĆ­as no es mucho tiempo, pero tampoco es poco tiempo. Los dĆ­as pasaron indolentemente y fue arduo pasar a travĆ©s de ellos.

Pei Jingzhe conocĆ­a los gestos de Feng Xiao. Tres dĆ­as significaban exactamente tres dĆ­as. No soportarĆ­a una demora de ni una hora. Entonces, por orden de Feng Xiao, enviĆ³ palomas mensajeras y al mismo tiempo enviĆ³ hombres a caballo. 

Las palomas que enviĆ³ en Qiemo se encontraron con una tormenta de viento y nunca regresaron. Afortunadamente, habĆ­a preparado planes de respaldo. Al tercer dĆ­a, los hombres que enviĆ³ regresaron con cartas.

Feng Xiao hablĆ³ con los ojos entrecerrados: "Habla, habla".

Pei Jingzhe respondiĆ³ con sinceridad: ā€œYuchi Jinwu vino a las llanuras centrales hace unos aƱos; conociĆ³ a una mujer en la ciudad de Liungong con el apellido de Qin. DespuĆ©s de muchas asechanzas, la tomĆ³ como su concubina y la llevĆ³ de regreso a Khotan.ā€ 

ā€œYuchi Jinwu atesoraba a la doncella Qin. Cada vez que venĆ­a a las llanaruas centrales para ofrecer tributos, la traĆ­a consigo. DespuĆ©s de que el grupo viajero fue aniquilado, es muy probable que fue esta doncella Qin quien desapareciĆ³ā€.

Feng Xiao, "ĀæEso es todo?"

Pei Jingzhe continuĆ³: ā€œEn cuanto a dĆ³nde vive esta doncella Qin, lo hemos investigado. Fue un largo viaje hasta allĆ­, pero he logrado encontrar algo. Sus padres ambos fallecieron; asĆ­, ella vivĆ­a en la casa de su tĆ­a. DespuĆ©s de que ella se fue con Yuchi Jinwu, su tĆ­a tambiĆ©n se mudĆ³ con ella.ā€ 

ā€œSegĆŗn sus vecinos, ella es muy religiosa. Antes de casarse, siempre iba al Templo del Buda de Jade y al Templo DaoĆ­sta de Zixia. Todos los meses, el primer dĆ­a lunar y el decimoquinto dĆ­a lunar, ella iba allĆ­ a rezarā€.

Feng Xiao finalmente abriĆ³ los ojos, "Ā”Ja! Ā”DespuĆ©s de hablar durante tanto tiempo, esta fue la Ćŗnica informaciĆ³n Ćŗtil!

Pei Jingzhe respondiĆ³, sintiĆ©ndose ofendido, ā€œĀ”Entonces, tambiĆ©n necesito terminar de decir la primera parte antes de poder continuar con la Ćŗltima parte! El Templo del Buda de Jade ha sido muy bien recibido y generalmente siempre estĆ” lleno, pero el Templo DaoĆ­sta Zixia es un poco especial. Ha sido abandonado durante bastante tiempo. Rara vez verĆ­as un alma allĆ­. Si esta dama Qin querĆ­a rezar, Āæpor quĆ© no buscar un templo mĆ”s animado?ā€

Feng Xiao permaneciĆ³ callado, por lo que Pei Jingzhe continuĆ³: "Hace dos meses el Templo DaoĆ­sta de Zixia recibiĆ³ un nuevo Maestro. Inmediatamente despuĆ©s, se llenĆ³ de nuevo. Todos dicen que las artes curativas del Templo Zixia son excelentes, y el nuevo Maestro del Templo allĆ­ es generoso y amable. Mientras haya una llamada de auxilio, Ć©l la responderĆ”.ā€

Feng Xiao, "ĀæCuĆ”l es el nombre de este nuevo Maestro del Templo, y cuĆ”l es su origen?"

Pei Jingzhe, ā€œSu apellido es Cui, su nombre completo es Cui Buqu. EscuchĆ© que es un taoĆ­sta viajero, aunque su origen real sigue siendo desconocido."

Cui Buqu. (1)

ĀæRehusarse a ir a dĆ³nde? ĀæY por quĆ©?

La tierra debajo de los cielos es vasta, Āæhay un lugar prohibido ir?

Feng Xiao saboreo el nombre con su lengua, la esquina de sus labios se curvĆ³ hacia arriba en una sonrisa.

De hecho, esto es muy interesante.

 

ā€¦

 

GLOSARIO

 

1.- Cui Buqu: Cui es un apellido. Buqu ( äøåŽ») literalmente significa 'rehusarse a ir' o 'no ir'. Es una forma muy inusual / extraƱa de nombrar a alguien de esa manera.


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